Este jueves 31 de enero, Daniel Agostini habló en exclusiva del enfrentamiento con Nazarena Vélez en Dale la Tarde, el programa que conducen Florencia Peña y Mariano Iúdica en El Trece.
“No sabía que Nazarena iba a ir al juzgado. Mis abogados tampoco. Tal vez hubo un desencuentro“, arrancó Agostini. “Yo intenté cuidar a mi hijo de las cámaras. Declaró Gonza y el juez me dijo que no había restitución porque quería estar conmigo“, y así justificó que el pequeño de 12 años pase sus días lejos de su madre.
Mariano y Rodrigo Lussich escucharon atentos el testimonio y Peña –que se sintió identificada con Nazarena como madre- indagó en el comportamiento del cantante frente a la prohibición de dejar ver a una madre su hijo: “El error de Nazarena fue venir a mi casa a llevárselo de prepo e insultar a mi mujer. Tiene que venir a hablar en buenos términos“, argumentó el entrevistado, que asegura que Gonzalo quiere irse a vivir con él.
“Llegó y me dijo ‘Escuchame, hijo de puta, dame al nene’. Le digo que pare, que el nene estaba arriba y que ya bajaba. Me empezó a gritar, estaba buscando sacarme a mí. Agarró un adoquín, me destrozó el parabrisas y me destruyó a golpes el capot”, relató.
“Le digo a mi hijo que baje y cuando baja mi perrita la agarra y me dijo que si no le traía al nene, me ahorcaba la perra. El nene temblaba, mi mujer que está embarazada lloraba y mi hijo que es chiquito pedía que abrieran la puerta”, continuó.
El cantante aclaró que Vélez siempre se pudo comunicar con su hijo y que estaba dispuesto a llegar a un acuerdo en buenos términos pero no pudo. “La filmé porque estamos en una instancia muy jodida judicialmente. A mí eso me sirve para el Juzgado, no para la televisión”.
“Yo pido que venga a vivir conmigo porque ella vive en la tele y lo cría una mucama. Mi vida no es un circo”, explicó.
Desde Carlos Paz, Eugenia Lemos adelantó que Nazarena no quiso hablar con ningún medio, que la vio destruida y que contó con el apoyo de todo el elenco de su obra teatral.
1 comentarios:
Espero que el chico no sufra mas entre idas y venias, espero que Daniel y Nazarena puedan solucionar sus problemas como adultos.
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